Por: La Redacción
No cabe duda que el exceso del consumo de alcohol puede ser muy malo. Un canadiense de 35 años de edad acudió a un bar para comer un aperitivo de solo 7 dólares, pero lo que nunca imagino la mesera que le iba a pasar algo sorprendente.
Resulta que el sujeto que iba con varias copas de más pidió que le cobrarán con su tarjeta de crédito los siete dólares de lo que había comido y 99 mil dólares de propina para la trabajadora que lo atendió.
Al pasar la tarjeta no le permitió pagar la propina. La policía de Berrie recibió un día antes de la víspera de Año Nuevo una llamada en la que les avisaron que un hombre ebrio tenía problemas con su tarjeta de crédito.
Al final, la mesera no recibio nada de propina y el canadiense paso la noche en una celda de desintoxicación ya que tenía una resolución judicial que le prohibía el consumo de alcohol.
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